Únete

miércoles, 20 de junio de 2012

.Seimus. Capítulo 1.

Seimus, anteriormente llamado como Alan, era un chico de dieciséis años. Su historia comienza cuando, paseando por el Campo Prohibido, se encontró una extraña bola flotando en el aire. Era del tamaño de su mano aproximadamente, pero más bien parecía una pompa de jabón. No se atrevió a tocarla y decidió pasar de ella, por miedo a meterse en cosas prohibidas.



Unos metros más a delante volví a mirar atrás para ver la pompa que me había maravillado, por no decir hechizado. Pero lo que vi me dejó paralizado, un chico de unos veinti pocos años se acercaba a ella con sumo sigilo. Cada vez más cerca de ella y él cada vez más sigiloso... Sentí que la pompa corría un grave peligro, y se confirmaron mis sospechas cuando descubrí que el joven la intentaba atrapar.
Después de esos momentos lo único que recuerdo son tres cosas: A mí corriendo para "proteger" la pompa. Seguidamente toqué sin querer la pompa y después un gran destello me cegó. El joven salió despedido y malherido hacia atrás.

Recordar todo esto siempre me da dolor de cabeza, por lo que intento no pensar mucho en ello. Lo demás está borroso. De mi vida como niño no recuerdo nada, y de la adolescencia sólo esos momentos. El día que cambió mi vida para siempre...

Y, lógicamente, os preguntaréis qué me pasó. No, no os preocupéis por la edad, ya no envejeceré nunca más. En cuanto a mi identidad actual... Bueno, de momento sólo puedo decir que me llamo Seimus. Cambié de nombre por el aspecto que tome. No os penséis que soy un bicho raro ni nada parecido. La verdad es que me convertí en algo que conocéis a la perfección, algo que, por decirlo de alguna manera, queréis y cuidáis.

Tendréis que esperar un poco para saber mi verdadera identidad, pues no suelo caer rendido a los pies de todo el mundo a la primera. Pero por ser tú, y sólo tú, sólo tendréis que esperar un rato. Pues en estos momentos aparece Pandora. Mi querida y adorada Pandora. Con su vestido azul y sus tacones altos. Es la chica más dulce, cariñosa e inocente que he conocido. Tiene quince años y es muy guapa.

lunes, 18 de junio de 2012

jueves, 7 de junio de 2012

.Mi Traición. Capítulo 1.


Sé que estoy muerta y no me atrevo a intentar abrir los ojos. Intento no pensar quien soy ni en donde estoy, y me centro en porque sigo pensando. En mi familia siempre se ha creído que cuando mueres te conviertes en algo inmaterial, algo que no se puede ver. Sólo el recuerdo de mi hermana pequeña hace que le eche valor y abro los ojos.

Intento descubrir por qué no puedo abrir la boca. Me toco los labios con las manos y descubro que los recubre una espesa mezcla pegajosa. Miro al rededor y descubro un mundo que me hace abrir los ojos. Todo es de colores brillantes y luminosos. No creo que aquí, esté donde esté, sepan de la existencia de la oscuridad.

Alguien me toca el brazo y descubro a una chica más o menos de mi edad que me mira con una sonrisa. Tiene unos rasgos muy raros, un pelo color rubio oro y es... guapísima. Su cara va adornada con unos brillos dorados y unas pestañas muy largas y marcadas.

-¿Que... quién eres? -Consigo decir. Mis labios se han despegado al hablar y el ruido que sale de ellos es musical y alegre.

-Soy Lisian, ninfa del agua.

-¿Cómo? -Otra vez esa voz sale de mí. -Eso es imposible, las ninfas no existen.

-Bueno, no somos exactamente ninfas, venimos de ellas. -Me explica pacientemente mientras me observa. -Y además, tenemos alas.

Lisiam alza el vuelo y me quedo totalmente quieta, mientras compruebo que yo también las tengo. Debo de estar soñando, ¿dónde está la cámara oculta? pienso. La miro atentamente mientras veo que es la criatura más hermosa que he visto nunca. Miro a mí alrededor y todo sigue tan precioso como antes.

-Pe...Pero. -Intento aclarar la cabeza, sin éxito.

-No te preocupes, entenderás todo con el tiempo Lay.

-¿Lay? -Pregunto extrañada. -Ese no es mi nombre.

-Ahora sí, cuando pasamos a este mundo cambiamos de nombre. -Me mira y me pone un espejo delante. -Y de aspecto.

Miro a la extraña criatura del espejo. Tiene unos rasgos brillantes, igual que Lisian, sólo que los ojos más iluminados. Me toco alrededor del ojo y Lisiam dice:

-No te preocupes, se apagarán un poco con el tiempo.

Superficialmente me relaja, pero interiormente no. Sigo perpleja cuando, sin previo aviso, echo a correr. Hay un momento en el que me giro y veo que Lisian no me sigue, ni siquiera me dice nada, se limita a mirarme y cuando voy a girar la cabeza para delante, sonríe.

Siento el impacto y estoy a punto de caer al suelo. Pero unos brazos fuertes me cogen del brazo con delicadeza.

-Lo... lo siento. -Me disculpo sujetándome yo sola.

-No, ha sido culpa mía. -Es un chico con aspecto de tener un año más que yo, pero como este mundo es tan raro no me puedo creer nada. Su rostro brilla bastante más que el de Lisian, pero no llega a tener mi brillo.

-De verdad... yo... salí corriendo y...

-¿Nueva eh? -Me pregunta y yo asiento. -Ven, iremos a ver a la Reina. No sé por qué me da pero se pondrá muy contenta, desde que llegué yo no ha venido nadie más.

Me coge la mano y me guía por el bosque. Veo un gran trono, pero de repente el chico me dice:

-¿Cómo te llamas?

-Naiara.

-Vale, en este sitio te llamas... -parece pensar, y yo le miro intentando saber que pasa por su cabeza -¡Lay!

Dice eso tras unos minutos pensando, suspiro y me atrevo a preguntar:

-¿Y tú cómo te llamas?

-Hiel.

Me quedo quieta y me vuelve a coger de la mano. ¿Qué hace? Vamos en dirección contraria.

-Primero tienes que descansar. Vamos a casa de Lisiam, todos los nuevos van a su casa hasta que consiguen una y ya no se pierden en este lugar.

.Residencia Vital. Capítulo 1.

Este es un libro que escribía desde hace un tiempo y no sabía que iba a opinar la gente. Pero ahora me da igual que no les guste. ;D
“En el pasado, las mujeres vivían en inferioridad de derechos e intentábamos cambiar eso, hacer que todo fuera justo. Pero con la incorporación de la mujer al trabajo, la natalidad bajaba y con la nueva esperanza de vida, el país se convertía en población envejecida. Así que se llevó a cabo un cambio muy grande que traería consecuencias desastrosas para las mujeres. Cada vez que la niña se convertía en mujer la aislaban junto con las otras mujeres y en El Gran Día, se llevaba a todas las mujeres de entre los 13 (si había) y los 18 años a una casa enorme en la que tenían que sobrevivir y demostrar las buenas madres que podían llegar a ser y si estaban listas para cuidar de su familia. Esa forma de tratar a las mujeres hizo que muchas de ellas se revelarán y más adelante se trató con más frialdad el caso. Tanto que a los 5 años tanto niños como niñas son separados de sus madres y padres y separados por sexo, separados por dos vallas que son imposibles de pasar y en el centro de todo la gran casa de los padres y madres. Cada residencia se dividía por el rango que heredaban de los padres, los niños de más rango se situaban en las partes más altas de las residencias.”
-¿Por eso tenemos que estar aquí sin ver a ningún chico hasta los diecisiete o dieciocho?

-Sí, así de triste es Noe –respondo poniendo una cara triste.
-Pero… aquí me ahogo, no puedo hacer nada. ¡Estamos encarceladas! –dice ella dando un salto para levantarse.

-Sshh, Noelia calla. Si te oyen decir algo que no les gusta te castigarán.

-Pero a ti te da igual que te castiguen, haces lo que quieres y hasta ahí gente que dice que la sala de castigo es tu habitación –contraataca ella riéndose.

-Ja, ja, ja ya lo sé. –Digo riéndome con ella. –Venga, ¿no querías ir al aire libre? Pues vamos al patio.
De camino nos encontramos con un grupo de chicas que deben de haber cumplido ya los dieciocho y en este momento se las estarán llevando con las madres.
-¿Cris?

-Dime Noe.
-Nunca has querido… ya sabes… ver a un chico.

Lo que ha dicho me pilla por sorpresa y sé que como ha cumplido los trece tendrá curiosidad, por lo que decido contarle mi secreto.
-Sabes guardar un secreto ¿no?
-Por supuesto, me has enseñado todo lo que sé así que claro que sí.
-Vale sígueme.

Salimos sin ser vistas del patio y entramos en la residencia. La conduzco a la torre más alta de todas, pero para subir ahí una puerta con un candado que nos obliga a parar.
-Cris no podemos seguir.


-Que sí tonta. ¿Te has olvidado de que sé inventar cosas?
Se le ilumina la cara, su pelo largo y castaño oscuro con sus ojos marrones, normal que parezcamos hermanas, salvo porque yo tengo los ojos azules de día y verdes en la noche. Somos casi idénticas. Saco de mi bolsillo una llave hecha por mí desde hace mucho tiempo. Encaja perfectamente en la cerradura, como todos los años. Subimos por las escaleras que llevan a la parte más alta de la residencia. La verdad es que cuando era más pequeña me pasaba aquí toda mi vida, pero con la llegada de nuevas niñas no tuve otro remedio que ayudar a cuidarlas. A la primera que me asignaron fue a Noelia, era una niña revoltosa, rebelde y desconfiada, por eso me la asignaron a mí supongo.

Nos acercamos a la ventana y vemos el patio de los chicos.

-Mira allí –el paisaje que se ve desde la ventana es mágico para nosotras, se ve todo espléndido y glorioso. Por las flores que han nacido en los campos y praderas debe de ser primavera. Pronto cumpliré dieciséis.
-Je je je. Ese niño se ha caído del columpio. –Se ríe Noe con el rostro iluminado por el sol.
-Sí, ¿y ves a ese que va a ayudarle? –la pregunto señalando una figura de un niño de trece años.

-Sí, parece un buen chico. Es el único que se ha acercado a ayudarlo.
-Ya –sonrío tristemente –pues ese, es mi hermano…

Noe me mira sorprendida y por su cara parece que me quiere preguntar más pero al ver mi cara se ha quedado callada.

-No te preocupes, estoy bien. Sólo que le echo de menos. –Ahora lo recuerdo, siempre me he dicho que la razón por la que no subí más aquí era por Noe pero ahora recuerdo que era por el dolor que me causaba ver a mi hermanito todos los días sin poder abrazarle. –Le vi crecer sin poder hablar con él, sin poder abrazarle ni desearle las buenas noches. –Rompo a llorar sin poder parar. No me gusta llorar, me hace sentir débil.
No sé que habrá pasado pero despierto en una cama de la enfermería. Noe está dormida a mi lado, debe de llevar allí toda la noche. No me muevo, no hablo, me limito a pensar en lo que ha podido pasar para que acabe aquí. Pero de repente siguiendo un impulso me levanto de golpe y despierto a Noe con mi intento de salir de aquel horrible lugar.

¿De qué va este blog?

Este blog ha sido creado para escribir todas las historias que se me han ido ocurriendo. Espero que os gusten algunas de ellas.
Sé que algunos de vosotr@s ya me conocéis por mis otras historias.
Besoss y disfrutéis.