“En el pasado, las mujeres
vivían en inferioridad de derechos e intentábamos cambiar eso, hacer que todo
fuera justo. Pero con la incorporación de la mujer al trabajo, la natalidad
bajaba y con la nueva esperanza de vida, el país se convertía en población envejecida.
Así que se llevó a cabo un cambio muy grande que traería consecuencias
desastrosas para las mujeres. Cada vez que la niña se convertía en mujer la
aislaban junto con las otras mujeres y en El Gran Día, se llevaba a todas las
mujeres de entre los 13 (si había) y los 18 años a una casa enorme en la que
tenían que sobrevivir y demostrar las buenas madres que podían llegar a ser y
si estaban listas para cuidar de su familia. Esa forma de tratar a las mujeres
hizo que muchas de ellas se revelarán y más adelante se trató con más frialdad
el caso. Tanto que a los 5 años tanto niños como niñas son separados de sus
madres y padres y separados por sexo, separados por dos vallas que son
imposibles de pasar y en el centro de todo la gran casa de los padres y madres.
Cada residencia se dividía por el rango que heredaban de los padres, los niños
de más rango se situaban en las partes más altas de las residencias.”
-¿Por eso tenemos que estar
aquí sin ver a ningún chico hasta los diecisiete o dieciocho?
-Sí, así de triste es Noe
–respondo poniendo una cara triste.
-Pero… aquí me ahogo, no puedo
hacer nada. ¡Estamos encarceladas! –dice ella dando un salto para levantarse.
-Sshh, Noelia calla. Si te oyen
decir algo que no les gusta te castigarán.
-Pero a ti te da igual que te castiguen, haces lo que quieres y hasta ahí gente que dice que la sala de castigo es tu habitación –contraataca ella riéndose.
-Ja, ja, ja ya lo sé. –Digo
riéndome con ella. –Venga, ¿no querías ir al aire libre? Pues vamos al patio.
De camino nos encontramos con un grupo de chicas que deben de haber cumplido ya los dieciocho y en este momento se las estarán llevando con las madres.
-¿Cris?De camino nos encontramos con un grupo de chicas que deben de haber cumplido ya los dieciocho y en este momento se las estarán llevando con las madres.
-Dime Noe.
-Nunca has querido… ya sabes…
ver a un chico.
Lo que ha dicho me pilla por
sorpresa y sé que como ha cumplido los trece tendrá curiosidad, por lo que
decido contarle mi secreto.
-Sabes guardar un secreto ¿no?-Por supuesto, me has enseñado todo lo que sé así que claro que sí.
-Vale sígueme.
Salimos sin ser vistas del
patio y entramos en la residencia. La conduzco a la torre más alta de todas,
pero para subir ahí una puerta con un candado que nos obliga a parar.
-Cris no podemos seguir.
-Que sí tonta. ¿Te has olvidado
de que sé inventar cosas?
Se le ilumina la cara, su pelo
largo y castaño oscuro con sus ojos marrones, normal que parezcamos hermanas, salvo
porque yo tengo los ojos azules de día y verdes en la noche. Somos casi
idénticas. Saco de mi bolsillo una llave hecha por mí desde hace mucho tiempo.
Encaja perfectamente en la cerradura, como todos los años. Subimos por las
escaleras que llevan a la parte más alta de la residencia. La verdad es que
cuando era más pequeña me pasaba aquí toda mi vida, pero con la llegada de
nuevas niñas no tuve otro remedio que ayudar a cuidarlas. A la primera que me asignaron
fue a Noelia, era una niña revoltosa, rebelde y desconfiada, por eso me la
asignaron a mí supongo.Nos acercamos a la ventana y vemos el patio de los chicos.
-Mira allí –el paisaje que se ve desde la ventana es mágico para nosotras, se ve todo espléndido y glorioso. Por las flores que han nacido en los campos y praderas debe de ser primavera. Pronto cumpliré dieciséis.
-Je je je. Ese niño se ha caído
del columpio. –Se ríe Noe con el rostro iluminado por el sol.
-Sí, ¿y ves a ese que va a
ayudarle? –la pregunto señalando una figura de un niño de trece años.
-Sí, parece un buen chico. Es
el único que se ha acercado a ayudarlo.
-Ya –sonrío tristemente –pues
ese, es mi hermano…Noe me mira sorprendida y por su cara parece que me quiere preguntar más pero al ver mi cara se ha quedado callada.
-No te preocupes, estoy bien. Sólo que le echo de menos. –Ahora lo recuerdo, siempre me he dicho que la razón por la que no subí más aquí era por Noe pero ahora recuerdo que era por el dolor que me causaba ver a mi hermanito todos los días sin poder abrazarle. –Le vi crecer sin poder hablar con él, sin poder abrazarle ni desearle las buenas noches. –Rompo a llorar sin poder parar. No me gusta llorar, me hace sentir débil.
No sé que habrá pasado pero despierto en una cama de la enfermería. Noe está dormida a mi lado, debe de llevar allí toda la noche. No me muevo, no hablo, me limito a pensar en lo que ha podido pasar para que acabe aquí. Pero de repente siguiendo un impulso me levanto de golpe y despierto a Noe con mi intento de salir de aquel horrible lugar.
Me encanta criskti, como todos tus otros blogs.
ResponderEliminarPd: ya he colgado el capitulo 15
Besos
Graciass!
EliminarEste DE MOMENTO lo tengo más apartado y casi nadie lo conoce, pero todo a su tiempoo!